Chris y Mirella estaban juntos en lo alto de
la cima del acantilado, con majestuosas vistas sobre todo el valle. Mientras
miraban allí pudieron ver a los esclavos del paradigma de la ciencia, cada uno colocando
enormes bloques de piedra en su lugar, había una multitud, cada uno con un
papel muy específico en la construcción de las pirámides construidas para
honrar y preservar el paradigma de la ciencia basada en la evidencia. Cada
esclavo con el bloque de piedra que se convertiría en su prisión, y cada
esclavo aprendió a ver la pirámide como se le había enseñado a verlo los sabios
maestros de las escuelas de aprendizaje, sin darse cuenta de que se habían
olvidado cómo cuestionar.
"¿Por qué se debería cuestionar?" declaró
Mirella y tenia razón, porque grabada en cada una de las pirámides se veía las
palabras p = <0,05, así fue escrito que a partir de ese momento todo
conocimiento debe ser p = <0,05 como testimonio a su objetividad y todo otro
conocimiento que no llevara este signo será rechazado y ridiculizado, y así
sucedió.
Mientras Chris y Mirella miraban, un anciano
Kierkegaard se acercó y les declaró: "Las personas todavía sufren! ¿No os
dais cuenta? La gente ya no existen, se pierden por completo en la objetividad".
Kierkegaard se envolvió más profundamente en su capa y se dio la vuelta
murmurando. "Recuerda mis palabras! La locura objetiva es el peor tipo de
locura, porque uno se refiere a si mismo como un simple hecho. Las personas con
locura objetiva no tienen alma”.
Chris volvió a Mirella y pidió "Tal vez
ha llegado el momento de ser auténticos y admitir nuestras incoherencias."
"¡Soy muy coherente!" gritó Mirella,
a lo cual Chris respondió "Puede que sea así, ¿pero no es cierto también
que cuando declaramos ser algo nos despojamos de la responsabilidad de nuestras
acciones, tipo “soy así”, “soy drogadicto” etc.…?"
Chris hizo una pausa, "nunca podemos simplemente
ser, elegimos y hacemos".
Mirella se hundió más profundamente en su chaqueta
de lana, porque empezó a hacer más frío, su voz temblaba, ya sea por el frío o
porque era la primera vez que sentía la incertidumbre. "Pero si salgo del
paradigma científico, ¿qué será de mí?"
Chris deseaba que hubiera una manera de ofrecer
certeza, pero se debe decir la verdad "La vida no tendrá sentido, este es
el precio que pagar por ser un libre pensador. Ser libre significa asumir la
libertad, porque es a través de nuestras elecciones que realmente llegamos a
ser libres. Aceptar lo inevitable, el aquí y ahora y asumir la responsabilidad
de nuestra elección en cada situación. Porque si somos lo que hacemos, no somos
más que las decisiones que tomamos”.
"¿Estás sugiriendo que tú, yo, mi vida…no
es nada?" Desesperó Mirella.
"Al contrario, sólo podemos esforzarnos
por llegar a la nada; es un estado que nunca es permanente, incluso si lo
logramos, no puede mantenerse; Sería falso creer que no somos nada, pero
tratando de ser nada nos libera de las ataduras del dogma y del paradigma… Cuando
nos apoyamos en el paradigma científico nos huimos de nuestras elecciones y de
nuestra responsabilidad, lo mismo que nuestros antepasados se apoyaron en la doctrina religiosa para evitar
decisiones y responsabilidad. ¿A quién sirve la intervención basada en la
evidencia? ¿Le ayuda al paciente o ayuda a liberar el terapeuta de su
responsabilidad? "
Chris se subió el cuello, como los vientos
comenzaron a enfriar hasta los huesos. "En la vana esperanza de
convertirnos en Terapeuta Cognitivo Conductual, Psicoanalista, Humanista o cualquier
otro Marco, nos despojamos de nuestra responsabilidad. En el momento en que
hacemos la cama con cualquier escuela de pensamiento, nos sentimos aliviados y
libre de toda elección y responsabilidad. Estamos destinados a vagabundear sin criterio
propio dentro de un marco teórico y así perdidos”.
Justo en ese momento las pirámides empezaron
a temblar. "¿Ves? Un marco teórico es una fortaleza que construimos para
nuestra seguridad, pero ten cuidado porque está construida sobre las arenas
movedizas de la incertidumbre y el cambio, cualquier sensación de control es temporal y fugaz”.
Continuaba Chris: "Debemos abrazar la
libertad, por mucho que intentamos en escondernos detrás de los dogmas y
paradigmas, nunca podremos liberarnos de nuestra responsabilidad. No hacemos un
examen, no hay ningún certificado, no podemos llegar a ser, sólo esforzamos por
ser, sin llegar a ser. Una vez que llegamos a ser dejamos de luchar y
simplemente somos, cómodos y seguros con la certeza de que nunca más tenemos
que tomar otra decisión.
Mirella sacudió la cabeza y murmuró:
"Pero ser y llegar a ser me hace sentir bien ¿debo rechazar eso?"
"Sentirse bien solo es temporal, es el
hacer que es importante ¿Qué es más importante para ti, sentirse bien o vivir
bien? Es inútil intentar estar en harmonía con uno mismo. Ansiosamente agarrándose
a un marco teórico nos permite evitar a esta verdad y cualquier pensamiento que
tengamos sobre nuestra “razón”, solo son pensamientos y debemos abstenernos de
dar importancia a ellos."
Mirella, una vez más negó con la cabeza y
respondió: "¿No es cierto que se lo debemos a nuestros clientes a seguir a
aquellos que nos han precedido y lo que se ha demostrado que funciona?"
"Pero si soy incapaz a tomar una
decisión libre de los dogmas, ¿con qué derecho puedo tomar decisiones por los
demás? Necesitamos una respuesta comprometida en cada situación, y no sólo un
manual de seguir. Cuando creamos nuestros propios valores, animamos a nuestros
clientes a ser los artistas de sus propias vidas y no sólo seguidores de lo que
ha ido antes”.
"Cuando nuestros clientes vienen con
ansiedad, deberíamos animarlos a abrazarla como portador de la última verdad,
que la vida no tiene sentido. La evitación temporal desaparece rápidamente como
arena entre los dedos y la objetividad nunca se puede conseguir porque para
entender algo es interpretarla."
Empezó a oscurecer y Mirella se dio la vuelta,
parecía a Chris que se oyó un “estás como una puta cabra”… pero el viento se lo
llevó.
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